Oscar Gallardo es un habitual de la escuela Trade; imparte sus clases de diseño, de mesas Hog y de cualquier cosa que pueda servir a nuestros alumnos del máster de iluminación.
Oscar es de los iluminadores de espectáculos más importantes de la historia actual en España y nos encanta tenerle en el consejo académico así como por los pasillos de la escuela, pues es fácil que se enrolle contando batallitas interesantísimas del mundo de la luz.
Hoy día goza de un reconocimiento profesional muy destacado pero cuando comenzó en esto de la luz, no había más que dos o tres iluminadores reconocidos como tal. Oscar ha vivido, en primera persona, una transición radical en lo que a tecnología, metodología y creatividad se refiere. Se ha tenido que adaptar a los tiempos aferrándose al amor hacia una profesión que se ha ido definiendo a lo largo de las últimas décadas.
Aprovechamos un descanso para abordar a Oscar y nos ha quedado esta bonita entrevista que sirve para hacernos una interesante idea de cómo ha evolucionado el mundo de la iluminación, de cómo lo ha vivido uno de nuestros maestros de profesión:
Entrevista a Óscar Gallardo, 17 de Marzo
Cuéntanos un poco cuál ha sido tu trayectoria profesional.
Yo empecé muy pronto. Con 16 años yo era piragüista pero me encantaba el teatro así como la danza. Precisamente mi hermana era bailarina y yo solía ir a recogerla al colegio donde ella ensayaba.
En una de esas, el profesor me dijo «¿no te apetece venir aquí a que te enseñemos?». Dije que sí.
No había chicos en el arte del baile por entonces… y me puse estudiar danza clásica. Lo que pasa es que nunca me ha gustado estar en un escenario bailando, ni siquiera en las discotecas.
Un buen día el profesor de baile me dijo: «te voy a montar yo una cosa para ti del Quijote y Sancho Panza». Yo le dije que ni para diez!
Entonces se me ocurrió ofrecerme como ayudante para poner las músicas y las luces.
De esa forma es como empecé a hacer espectáculo, a base de las presentaciones que hacía el Ballet Clásico de Madrid. Ahí empezó todo. Tenía muchos amigos de teatro y era el círculo en el que me movía.
Empecé haciendo luces para el Teatro Contemporáneo, estuve haciendo luces con Cambaleo de teatro y la Tartana, en su momento tenía que pedirle a mi padre que me firmara un permiso para poder trabajar porque hacíamos giras internacionales por todo Europa.
Corría el año 1985 y la primera gira que me hice fue por toda España, fueron ¡90 fechas! Seguido me fui de gira por toda Europa: Italia, Yugoslavia, Francia, Bélgica, Alemania y Polonia.
Era muy joven, recién cumplidos los 18 años estaba ya viendo mundo.
Llevábamos mesas manuales; una de las primeras que toqué fue la Tempus Rank Strand, ésta disparaba proyectores. Llevábamos una secuencia con cuatro proyectores detrás, con un aparato que nos habíamos fabricado nosotros mismos y que pasaba las diapositivas de Kodak y tenías cuatro faders para hacer cosas; en los pies también teníamos dos botoneras porque había un momento concreto de la función en la que pasaban tantas cosas y tan deprisa que no te daba tiempo ni a prepararlo y disparabas ciertas cosas con los pies.
Después hice un curso que cambió mi perfil y orientación profesional; un curso que me abrió los ojos. Lo organizó Juan Gómez Cornejo y Tano Astiaso; el curso se llamaba La Luz y La Nueva Magia.
De ahí salieron un montón de profesionales que hoy están de jefes técnicos, con una trayectoria admirable. Nos explicaron lo que era un dimmer, un pc, entendimos lo que era un recorte, una óptica, un punto focal, todo el tipo de ópticas, condensadores… y esto lo hicieron de tal manera que nos enganchó la historia de la luz de tal manera que nos dedicamos a ella el resto de nuestras vidas.
Estamos hablando de un curso para formarte, pero en esa época, la tecnología tampoco estaría al alcance de cualquiera…
La tecnología iba viniendo con cuentagotas; lo que existía antes era todo lo que venía de Rank Strand: los focos de teatro, recortes, Harmony, preludes…
Rank Strand era una de las marcas que más se usaban en ese momento. Después apareció Niethamer, que era una marca Alemana. Esta trajo unos recortes muy interesantes y los Lekos, de Estados Unidos, era otro equipamiento totalmente diferente, utilizabas muchas máquinas, que no eran máquinas, eran focos y hacías montajes con ellas. Por ejemplo, con Radio Futura llevábamos 160 pares, aircraft, panoramas, iluminábamos telones, hacíamos una iluminación diferente.
Estuve trabajando en Berenice haciendo muchísimos programas de televisión: Tocata, Fin de Siglo, La bola de Cristal… los muñecos de La Bola de Cristal etc.
En un programa de La Bola de Cristal, en el que actuaba Alaska y Dinarama, me encontré con mi amigo Paco Bragado –operador y diseñador de los buenos– y me encanto ver aquello: cómo las luces se encendían y se apagaban con el ritmo de la música… y los efectos; me pareció muy interesante.
Le pregunté: «¿qué hay que hacer para trabajar en esto?»
Y él muy cortésmente me respondió: «trabajar».
La siguiente vez que me lo encontré yo iba de pipa con Gabinete Galigari y me dijo; «¿¡Qué haces aquí!?»; y dije «Yo he venido a lo que me dijiste: ¡a trabajar!» y pasamos una gira de 140 fechas en verano.
Eso no se da nunca ya, te tirabas todo el verano trabajando a tope, te cargabas y descargabas los camiones, los camiones se rompían y había que traspasar los equipos.
Luego estuve en el Círculo de Bellas Artes, estuve haciendo la dirección técnica del área de teatro y ahí fue donde me formé de verdad porque era yo el que tenía el control del teatro.
Cuando aparecieron los primeros focos móviles, tuve la oportunidad de usarlos desde el principio. Ya había visto Vari-lite con Berenice en «que noche de aquel año» en un programa que hacía Miguel Ríos, pero Vari-lite era intocable, era lo único que había en realidad, estaba Telescam que eran Franceses, Morfeo…. pero era intocables, venían en giras extranjeras, traerse algo de fuera de España era muy caro, los Telescan tenían el tamaño de una mesa, eran grandísimos, un maquinón gigante y ya llegaron al usuario los primeros focos móviles que eran los Clay Paky los Golden scan que eran de espejo, una empresa que se llamaba Camaleón móvil, en la cual estaba Miguel Ángel Pérez Arribas, Pop para los amigos, éramos muy amigos y ahí empezamos a aprender lo que era la robótica y todas esas cosas, movíamos los móviles con una mesa que se llamaba ABAB, analógica y había multiplexoras, tecnológicamente empezábamos a cambiar pero nos íbamos a hacer los conciertos con los focos aún en cajas de cartón porque acababan de llegar, los cables en una caja, los conectores en otra… siempre con el soldador en mano y soldando todo para hacerlo funcionar en el día… y lo hacíamos funcionar!! Teníamos un método de programación para hacer más vistoso el show, empezamos a aprender eso, lo que es la forma de programación para que todo tuviera una coherencia. Luego vino la Master peace y luego vino la Hog2 y ahí ya cambió todo el sistema de programación de la iluminación, fue todo una evolución muy rápida. Después de la Hog vino la MA; al principio no funcionaba bien, tardó un poco en implementarse pero luego le pasó por encima a la Hog durante un tiempo porque los desarrolladores de Hog se fueron de Hog y montaron Chamsys (Sistema de campeones – Champion Systems).
Esta fue la evolución. Lo que hemos tenido que hacer es ir aprendiendo constantemente, ir trabajando todo el tiempo…
Hoy día tenemos Wysiwyg, Autocad, VectorWorks, un montón de aplicaciones, sistemas muy eficientes, muy buenos, retomando un poco lo que hablábamos antes de los 90´s, ¿cómo se trabajaba cuando no había estas herramientas, cómo te lo montabas tú?
He de decir que no he empezado a hacer un plano de verdad hasta el año 1990… después de que en la gira del Último de la Fila, en el año 1990.
El equipo extranjero lo diseñaba LeroyBbennet, iba con un papel A1 diseñando Depeche Mode, llevaba unas plantillas de color azul donde había dibujos de focos y yo le veía dibujando.
No existían estos tipos de programas tan avanzados que hay ahora. Me quedé emocionadísimo viendo lo que estaba dibujando; de hecho lo hacía con una soltura y una facilidad sorprendente.
Ahí me di cuenta que esto era algo más que colgar unos focos y dirigirlos… Es entonces cuando comencé a investigar, me compré mi plantilla (me costó mucho porque había que pedirlas a Londres). Entonces se dibujaban focos sobre unas plantillas e ibas anotando qué canales y qué color tenían. Estuve mucho tiempo haciendo diseño gráfico y llegué a ser muy bueno con las manualidades: los papeles, los cartoncitos, pegar, recortar, dibujar y demás cosas.
Me di cuenta que dibujándome los planos y haciéndome los focos fotocopido me resultaba mas cómodo y comencé a dibujarme los Niethamer, los Clay paky.
En ese momento para hacer un plano grande de impresión existían plotters que eran caros y como mucho te tenias que ir a un A3. fotocopiaba las barras de focos, para no ir pintándolas una a una; me fotocopiaba todos los tipos de focos y los pegaba en un papel.
No se hacían a escala, se hacía de forma aproximada. Eran más bien planos de presentación, por capas. Una vez montados los fotocopiaba en acetato y entonces los veías en un libro. Los de Luz Casal los presenté así, montando un bloque igual que los dibujos animados…
En esa época no había ni móviles, ni mails… si te faltaba algo en gira improvisabas y cambiabas las cosas. Ahora todo ha cambiado mucho.
Siempre tenemos la sensación de que los que trabajan bien son los americanos, los de fuera… y cuando miramos hacia nosotros mismos pensamos como que aquí todo va peor. ¿Qué opinión tienes sobre el nivel de trabajo de los iluminadores en el espectáculo en España?
Las que yo considero nuevas generaciones son gente que está tecnológicamente muy preparada, que le gusta y que lo llevan en la sangre. Por poner un ejemplo muy cercano, Iván Espada y Miguel González, ambos asesores del Máster de Iluminación de Trade; para mi ellos son el claro ejemplo de la nueva ola de técnicos top de nuestro país.
En Estados Unidos trabajan bien algunos pero carecen de capacidad de improvisación; no existe capacidad de adaptar el montaje… les cuesta mucho improvisar.
En cambio, nosotros, tenemos esa parte artística viva. En España el nivel es muy alto y cuando el iluminador español, experimentado, va a Estados Unidos funciona y tiene trabajo, porque se valora mucho la experiencia y los conocimientos, cosa que en este país no se valora nada.
¿Alguna gira o proyecto que haya requerido por tu parte una mención especial o que te haya llamado la atención?
La gira más fuerte (a nivel de diseño) y en la que participé más en todos los conceptos de diseño, fue la primera gira de ¨Los Pájaros¨ donde codiseñe la escenografía con Miguel Brayda, la iluminación, parte de las imágenes y la dirección de fotografía del DVD… ¡lo hice casi todo!
¿Qué nos puedes contar de una de las últimas cosas que hayas hecho?
El siguiente proyecto que tengo es “El gusto es Nuestro”, que son cuatro artistas (Ana Belén, Víctor Manuel, M. Serrat, Miguel Ríos), es para este verano y es un montaje grande.
Aparte de eso las giras anteriores de Serrat o por ejemplo, la de Miguel Hernández… está basada en una iluminación teatral con videos hechos por realizadores de cine Españoles. Se ha trabajado con material gráfico de una calidad excelente y la gira ha sido pura poesía: La luz llevaba el ritmo y el tiempo de lo que es la carencia del show, tenía mucha, mucha importancia porque había efectos que se lanzaban con la luz o con el video y ahí arrancaba la música.
Todo se lanzaba a base de sincronización, todo muy meticuloso. Este artista es muy trabajador, en ese sentido admite que le aconsejes y los espectáculos salen realmente bonitos porque es muy exigente para conseguir una calidad estética muy alta. En estas giras siempre hay algo nuevo, retos e ilusiones…
Actualmente estás involucrado con el proyecto de la Asociación de Autores de Iluminación AAI – ADADI; ¿de qué se trata?
Esto empezó hace 16 años, se inició para promover la cultura de la luz e intentar, ante los medios, que hubiera una autoría dentro del mundo del diseño y la iluminación. Hacemos mucha formación, muchos encuentros, muchas conferencias y todo tiene que ver con la cultura de la luz.
Por ejemplo, los Encuentros de la Luz, nacieron por una idea de Ecequiel Noveli y Angel Palomino. Aprovechando que venían los mejores iluminadores de Opera al Teatro Real de Madrid, pensamos en sacarle un provecho de difusión al talento y tras ver el espectáculo teníamos un encuentro con el iluminador.
Llevamos adelante numerosas actividades de interés para el sector profesional de la luz y del video, todo desde esta asociación sin animo de lucro. Por amor a la iluminación y al arte de la luz
¿Cuál es tu lectura del estado actual de la creatividad en el mundo de la iluminación?
El mercado se inunda de basura, de réplicas y de copias; hay mesas chinas baratas pero que luego no funcionan… yo me alegro muchísimo porque el tema de las copias industriales no debería permitirse.
Hay gente que investiga y claro, una vez que ya han investigado, te copio la máquina pero mucho más barata! Esto está haciendo mucho daño a la industria de la iluminación.
Por otra parte, muchos espectáculos de hoy en día se parecen pues todos están hechos con haces de luz , dibujos y posiciones aéreas…
La iluminación del espectáculo es algo que está en depresión y tiene mucho que ver el tipo del material que se esté utilizando. Hay otra forma de iluminar y para entenderlo hay que ir a ver obras de teatro, hay que ir al extranjero, por ejemplo a Londres a ver musicales, a darse cuenta de cómo se ilumina por ahí, a darse cuenta de qué es la iluminación.
No se trata de encender unas lámparas y moverlas al ritmo de la música cambiando de color: la iluminación es expresar sentimientos, es un lenguaje de emociones.
A mi me encanta cuando alguien viene y te dice: ¨tú eres el que va a hacer magia¨, me encanta porque lo que intentas hacer es precisamente magia, moviendo emociones.
Por ejemplo, cuando tienes que hacer que en un escenario que aparentemente tiene una escenografía y tienes que darle un entorno y tienes que iluminarlo como si fuese un atardecer y tiene un patio donde todavía queda un rayo de sol y entra por un hueco de una esquina de un decorado…
Leonardo Davinci, hizo un tratado de iluminación indiscutiblemente genial; una de las frases de esta investigación y que siempre me acompaña es la siguiente: “abre los ojos y ciérralos, vuélvelos a abrir, lo que había antes ya no existe” … y es que aunque la luz sea estática en un parpadeo cambia lo que ves.
¡GRACIAS OSCAR!